
Claro que es más fácil resignarse. Y dejar de intentar en vano, dejar de soportar ciertas agonías inútiles por nada. Olvidar de golpe las cosas horribles que nos llevan a pelear. No tener memoria a veces, para no recordar nada de lo malo ni lo grave de nosotros mismos.
Pero eso no sucede. Se recuerda, se piensa. Duele.
El silencio interno, la búsqueda, la fe.
Hay un momento íntimo para reparar todo, para silenciar, para reparar las heridas de cada dolor, para permitirnos salir de este momento.
Todo pasa. Todo llega.
se puede intentar o se puede olvidar. Cualquier cosa que se repare es bueno decir al menos lo intente.
ResponderEliminarbesos
Lo que no mata, fortalece
ResponderEliminar