
Allí esta la pija. Como un elemento eternamente irremplazable. Súbito, mortal. Moral del amor al vigor masculino.
Venas enardecidas que cometen la simpatía de endulzar el relieve.
Contexto duro hasta que ablanda y reposa sedosamente tras el baño de estrellas, tanto que parece un ente muerto e inocente.
Belleza.
Muy exitante ver que una mujer define así lo que los hombres tenemos , destacable además porque no recurriste a vulgaridades para eso.
ResponderEliminarAbrazos, Germán, un seguidor desde el primer momento.
Me parece muy bueno esto que expresaste aquí, en este post. Quizás sean mis propias limitaciones a decir algo de una forma tan preclara que abruma, lo que me hace releerlo en busca de algo que complemente tus palabras (una vieja costumbre). Sin embargo no puedo... no logro decir "algo más".
ResponderEliminarY siento entonces que tu texto hace las veces de "expiador"...
Porque más allá de matices... de vergüenzas... de pruritos... me atrevo al menos a decir que sí... que coincido con vos...
Se trata definitivamente de... Belleza.
Oda al pito!
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