
No hay manera ni ficción más acertada que la vida. Unos meses después de la tormenta que sacudió mi interior, observo desde la distancia todo lo que he pasado. Muertes, embarazos, repeticiones, pérdidas, encuentros. A más de un año de la revolución, al fin distante, me alegro de haber sobrevivido, casi como una judía en tiempos de nazismo.
Como el Ave Fénix, desde las cenizas del mar muerto, aquí posada sobre mis hombros, la dulce sensación de renacer.
me gusto mucho el texo y admiro tu camino hacia la felicidad constante, creo que por lo que se lee la has obtenido
ResponderEliminarsaludos y cariños
Cato ernesto
Es bueno saber que estás viva, que -aun cuando todavía te sacudes las cenizas de los hombros- puedes seguir andando...
ResponderEliminares raro el momento en el que piensas: después de todo sigo aquí, sobrevivo
ResponderEliminar:)