jueves, 13 de junio de 2019

Los días de silencio





Los días de silencio se parecen a un monasterio, sin redes sociales, comiendo frutas y verduras, pensando en el cuidado del cuerpo y de la piel. 

Los días en silencio voy a tientas por la casa, no me importa encontrarme pedazos míos en el piso, mientras tenga minutos libres para poder respirar. 

Los días en silencio voy buscando en tu boca los manjares, ese baño blanco del cuerpo, esa tibia razón de tu ser en mi locura, la única capacidad de asombro que no quiero perder. 

Los días en silencio me cuestiono todo. Miro el cristal que me regalaste hace meses, antes de mi partida. Observo el cristal, (que decías tan transparente) y solo veo manchones que me dejan, así, ver otras cosas. Que increíble es la inocencia, me digo. Pero acumulo palabras que contribuyen al silencio, como una forma de decirme te quiero, como una forma de preservarme del dolor de saber la verdad que intentas ocultar desde entonces. 

Los días de silencio se parecen a la ausencia. Entonces, en esta primavera con aroma a verano, habrá que emprender el camino a la reconstrucción. 

©Angie Pagnotta-Depersia

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...