Una sonrísa tímida.
Leer un libro.
La luz de una vela en medio de la noche oscura.
Un abrazo a tiempo.
Una carcajada eterna.
La sensación de estar repletos.
Una caminata bajo la lluvia.
Escribir.
Mirar el mar 500 horas.
Sentir las piedras y el río en los pies.
Hacer el amor.
Oler el perfume de un hombre.
Sentir el cuerpo desnudo bajo el sol.
Cantar mil veces bajo la ducha.
Comer frutillas.
Oler jazmines, tulipanes y margaritas.
Andar en bicicleta.
Tener sexo.
Dormir un rato en el pasto.
Nadar.
Viajar a donde sea con la mente y con el cuerpo.
Disfrutar un vino en soledad y compañía.
Soñar.
Dormir.
Preparar una comida.
Pasear por la costanera.
Ir a museos.
Pintar un cuadro.
Saber.
Conocer.
Comprar algo que nos guste.
Decorar.
Esuchar música, repetir canciones en la escucha.
Ir a una biblioteca.
Recitales.
Veladas literarias.
Asombrarse por la llegada de alguien.
Sorprender con un lindo regalo.
Jugar a estar enamorados.
Sonreir. Reir.
Llorar.
Extrañar aún estando cerca.
Y muchas más cosas que la vida tiene para varios días de nuestra existencia.