“Alguien a quien una vez amé me dio una caja llena de oscuridad. / Me llevó años entender que esto, también, era un regalo’’ (Mary Oliver)
En tu poesía hay un calvario aterciopelado
besos de miel, flores secas en un jarrón y la biblioteca repleta de historias por contarnos,
hay, también, sabor a canela en tus manos y anís en tus mejillas,
hay tanto deseo oculto que nací para contarlo en estas líneas,
Vagamos por las calles estrechas y extrañas,
tememos el mismo cielo color magenta pastel,
acariciamos la tormenta que empieza a desprenderse,
la mía en Berlín, la tuya en Buenos Aires,
y nos volvemos invisibles ante los ojos del mundo,
ante los ojos de quién, como nosotros, no tiene respuestas.
Tus besos me devuelven el amor,
y las ganas.
Tal vez la mejor sonoridad que exista encapsulada en el silencio,
tal vez la mejor porción de mí,
pero estás lejos,
estamos a 11902 kilómetros de nuestros besos
¿Qué pasará con el tiempo sin el tiempo de nosotros?
En mis ojos un diluvio se lee a millas,
pero de nuevo, allí estoy: siendo irreverente en el deseo de endulzar mis manos con tu fuego,
y que lo dicho, entonces, se conciba con la mirada.
Angie Pagnotta
#poemasdeamor