miércoles, 9 de junio de 2010
Mar
Volví, sin poder llegar.
No había más que arena en mis pies y unos cordones flojos de tanto apretarme los tobillos.
El aire del mar bañó mis dedos hasta acercarme adentro de su envoltura. Un minuto antes, había suplicado no mojarme ni mancharme de la lluvia. El sol entre cortado protegió mis manos y mis ojos. El sendero cuesta abajo de las rocas, el silencio eterno del agua y la ruta que jamás volverá a marcarse.
La libertad pareciera ser esto.
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Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Nunca había entendido la gravedad Hasta que algo atrajo tu cuerpo al mío No discuto que haya ocurrido algo especial Aunque si se bien que...
MELANCOLICO Y REAL. ME GUSTA EL TEXTO TIENE AIRE DE RIO, DE MAR, DE ALTURA EN EL AGUGA.
ResponderEliminarTE FELICITO Y AGRADEZCO POR PERMITIRNOS LEER LO QUE ESCRIBIS, PURIFICA.
SALUDOS
JM