Tristeza, que se vaya tu presencia,
esta vez no quero que me acompañes a pensar.
Tristeza, de un beso no gemido,
de un posible amor perdido que se enredó entre mi piel.
Locura, de haberme conocido brillando en tus palabras y soñando tu querer.
Locura, que no cesa, ni se calma en estas horas moribunas de tu ausencia.
Remedio, que calme mis latidos, que finja que es posible un encuentro y poder pausar mi sed.
Remedio, inyectame tu cura divina!, cerrá mi apetito por su piel bohemia.
Noche!. Abrazame de sueño y llevate este insomnio que no me deja olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario