miércoles, 19 de agosto de 2009

Tango

Tristeza, que se vaya tu presencia,

esta vez no quero que me acompañes a pensar.

Tristeza, de un beso no gemido,

de un posible amor perdido que se enredó entre mi piel.

Locura, de haberme conocido brillando en tus palabras y soñando tu querer.

Locura, que no cesa, ni se calma en estas horas moribunas de tu ausencia.

Remedio, que calme mis latidos, que finja que es posible un encuentro y poder pausar mi sed.

Remedio, inyectame tu cura divina!, cerrá mi apetito por su piel bohemia.

Noche!. Abrazame de sueño y llevate este insomnio que no me deja olvidar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...