miércoles, 24 de noviembre de 2010

Perfectos


Sentía. Se comprimía.
Se abría. Volvía a girar.

Gritaba.
Gemía.


Huía y nos volvíamos a encontrar.

Perfectos, como desnudos.
Como enteros por el tiempo y nunca rotos.

Perfectos, como una línea.
Atraídos, como dos imanes.
Fugaces, como siempre.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Pendientes


Creo que en el fondo no sabemos nada.
¿Me pregunto qué será de aquel hombre con el que cruzamos una furtiva vibración?
¿Pensará alguna vez en mí?
Yo lo descubrí el lunes desde arriba del colectivo, supe que me miró y no dijimos nada.
Pero la mirada sostuvo la misma tensión de siempre.
Los ojos asesinos, los destellos blancos del tiempo y la misma sencillez que acorrala mis palabras.
Estamos pendientes en el tintero, esperando moler la tinta hasta llenar el libro de palabras y locuras.
Creo que en el fondo nos conocemos demasiado.
Podría imitar en el aire sus formas, podría repetir su andar e imitar sus gestos si quisiera.
¿Me pregunto que será de aquel hombre con el que jamás nos dijimos nada?
¿Pensará alguna vez en mí?

Ausencia en la madrugada


Medio vaso y mil madrugadas al olvido.
Príncipe desteñido de mis sueños, cautivo inmoral e incorruptible.

Dos besos en el cajón y un par de heridas sangrando por lo bajo.
Ruidos y sombras despertándome, yo soñándote y temblando.
No es por vos que busco vivir,
ya mis sueños se fueron en otro barco.

Pero hay momentos en los que me acuesto a pensar,
si no fuiste vos la mejor copa del desierto,
si no fuiste vos el que se olvidó de mis sueños para siempre.

No sé si volverás a buscarme,
pero infinitamente te diré que no.
No se si volveré a mirarte,
pero sé que mis ojos están en otra parte.

Ausencia de vos y busco vivir.
Ausencia de vos y canto para no encontrarte.

martes, 16 de noviembre de 2010

Hubo un hombre

Supe de un hombre que evadió el destino.
Que prefirió sumergirse en el viejo hola y no volver a decir chau.
Que interpretó mi amor como un amor para siempre y se alejó.
supe de un hombre que no pudo con él mismo y llevaba a cuestas cargadas mochilas de humo y aire tóxico. Aire, que un rato después o quizás nunca, me haría respirar.
Que pronto, quebró el cristal de la copa y detuvo el tiempo para siempre.
Que acató a su corazón solamente por el deseo y no supo escucharme.
Supe de un hombre, que volvió a las tinieblas, aquellas que lo envolvieron tiempo atrás y hoy lo dejan para siempre.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Ni la soga

No puedo creer nada que no pueda tener.

Pasaste como un terremoto, para irte un rato después.

Las limosnas de mi corazón se aniquilan con tus sueños de hoy

y la brisa más pasajera me despeina sin vos.



Ni tu amor, ni tu sombra

que desastre mi traición

si al oírte hablar de nosotros supieras de mi emoción

saldría tu sombra a robarme un beso de a dos



Canté ante mil espejos tu olvido

grité la victoria en mi corazón

pero las agujas del tiempo me han herido

y en lo hondo de mi hay un grito de dolor



Ni olvido, ni perdón, ni la soga atada al cuello

pasarás por los espejos y te dejaré rendido.

Al viejo baúl de amigo te destapo del recuerdo

con la única canción que supo hacerme feliz.



Canté ante mil espejos tu olvido

grité la victoria en mi corazón

pero las agujas del tiempo me han herido

y en lo hondo de mi hay un grito de dolor

viernes, 12 de noviembre de 2010

Querer


No querer que me quieras nada. No robar más aquellos racimos de cariño que antes tenías para mí.
No permitir que tu imagen corrupta me anule, ni aceptar el cambio de aire en tu mirada como la única realidad.
Prometerle al tiempo un espacio para nosotros, dejar la flor y la ventana pendientes.
Volar lejos, como un ave perseguida. Volar infinitamente como el ave que soy.
Dejar la blanca cordura, al borde de la deriva.
Ver tus ojos como ver la luz del sol.

jueves, 11 de noviembre de 2010

primavera


Y los jardines de rosas van cosechando espinas.
Las flores destiñen el otoño y lo embarran.
Las dagas de las raíces crecerán más firmes.
Los árboles aprenderan a virarse con el viento y podrán amar.

La sombra y el cáliz infinito volverán a brillar.

Humanos


Hay hombres de plástico. Obsesionados por sus formas en el espejo y no admiten que su reflejo sea apenas dos días más viejo.
Hay hombres soldados. Aquellos que no saben más que acatar normas impuestas de cualquier procedencia: leyes de una mujer, de un trabajo, de un cargo político o de un negocio.
Hay hombres esclavos. Sumisos por donde se los mire, atentos a los deseos ajenos (y nunca propios), atentos a respetar las formas que creen adecuadas para los demás, nunca para ellos.
Hay hombres acróbatas. Trepadores trémulos del enamoramiento, que fingen una inmensa felicidad y un intenso amor a cambio de sexo, consejos o simplemente atenciones femeninas.
Hay hombres inocentes. Que poco quieren entender y solamente se limitan a vivir por la voluntad de su respiración.
Hombres sin pasión, sin fin, sin alma.
Hay hombres alegres. Capaces de distinguir lo esencial en un instante. De captar el humor de la forma más espontánea y entera. De hacer reír y sonreír hasta que las costillas duelan.
Y todos esos se concentran en una sola mujer. Y todas las mujeres somos esos hombres alguna vez.

(La bella mujer de la foto es la dulce y única Alejandra, Alejandra Pizarnik)

Vos

Te quiero siempre. Siempre conmigo.
Quiero tus gustos, tus tactos y tus mimos.
Y aquél abrigo que se desprende de tus ojos y tus manos cuando me acaricias el pelo.
Y me silvas canciones bajitas al oído, y me acurrucas entre tu pecho para siempre.

Te quiero siempre. Siempre conmigo.
Como la canción triste de piano que tanto oía de chiquita.
Como los besos de ceniza que desparramamos ebrios de olvido.
Y aquél sueño que nos iluminó desde esa noche, intacto, quieto y feliz.

Las lágrimas están secas ya aunque la memoria no pierde el respeto por el pasado ni tampoco las horas.
Tus manos acompañan mi camino, tus labios dicen la verdad y el resto es nada.
Y la piedra deja de ser un obstáculo, solamente por que estás.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Soledad


Muchos dicen que para salir del tedio que produce la soledad lo mejor es ocupar tiempo en la individualidad. En salir a caminar, buscar hábitos nuevos o encontrar viejos placeres que se suspendieron o nunca se pusieron en práctica como la pintura, la lectura, el sexo.
Algunos dicen que lo mejor para matar la soledad es darle tiempo al tiempo, o esperar que todo fluya. Otros, recomiendan realizar terapia, tomar unas mini vacaciones o despejar la cabeza. Algunos aseguran que canalizar energía es necesario, que lo mejor es dedicarle espacio al cuerpo, a los amigos, a la familia. Y no paro de encontrar recomendaciones, consejos y secretitos a la hora de recordar momentos de soledad y palabras de aliento para tal estado.
Mi fórmula, en todo caso, es no hacer nada de todo aquello.
Es simplemente vivir la soledad como se debe, con mayúscula y con punto y aparte.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Viento


La lluvia enmudece los teléfonos. Los lazos del corazón se desarman.
La lluvia empaña el deseo y lo abre de nuevo para jugar.
Aquel arbol adelanta unas gotas. Los techos empiezan a mojarse.
El viento expande su risa por el cielo y las hojas reman hacia el mar.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Desnudos


La belleza del primer tacto de lengua.
La sonrisa permanente en el despojo de las miradas.
La ausencia total del tiempo evadiendo cada distancia.
La dulce y pura perfección en su rostro, lo blanco y rojo de sus pupilas encantadas.
Aquella daga inmensa dejando de doler.
El ardor en la piel por la destreza de las manos.
Rincones, miles de rincones perteneciendo a la sal de las heridas, que en mi boca se derraman.
Calor, aromas y yemas circulando por la espalda.
Curvas. Triángulos
Y la fiebre en los pechos, firmes e inquietos como montañas.
Las manos buscan contemplar cada rastro de vida uterina, de piel con saliva, de fiebre y de vida, de noche y mañana.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Circunstancias

Es fácil y hasta parece sencillo, y por un lado pienso que así debería ser todo.
Lo importante sería encontrar la manera de escapar de los enojos que me provocan ciertas cosas, pero en la medida de lo posible me es imposible.
Tiendo a repetir ideas, a crucificar actos, a manipular mi propio reloj, sin darme cuenta de lo importante que es tener un poco de armonía en mi mente.
No veo sencillas algunas cuestiones que me molestan, no veo soluciones de cartón en la inmediatez.
Sin embargo prefiero no perder la calma y tener un poco de esperanza, quizás con el tiempo se acomoden las ideas y las formas.
No tiene que ver mucho con lo que me pasa, sino con las circunstancias en las que pasan algunas cosas y ahí está el camino que debo encontrar...

Volumen

No puedo alejarme, pensé al cerrar la puerta.

Las odiosas nubles volvieron el cielo tenue, y allí debía estar, como siempre ha sido.

Allí, donde las hojas del otoño parecen de primavera,

donde los huesos que roer se convierten en el único plato de comida del día,

en el borde de la fuente, sentada y esperando una mueca cariñosa

Allí donde el silencio es más que todas las palabras que pienso al mirarte.

Ni el volumen de mi voz interior calmará la sed, ni las miles de hojas que sangrarán después.



A.P

lunes, 1 de noviembre de 2010

Río quieto


Me alejaré de vos y sobre todo de la angustia que me provoca verte equivocado.
Me alejaré de los ríos que nos unen, al menos por un rato.
Dejaré que pase la barca del deseo, dejaré que tu cielo sea sereno.
Dejaré a un costado los "peros", intentaré no buscarte más a la orilla del río, pretendiendo un abrazo furtivo.
Dejaré el río quieto, a la espera del alma.
Dejaré los sentimientos de costado, en una pequeña caja de madera abarrotada.
Me alejaré, cada vez más de tu camino y si el destino nos corresponde, cruzaremos el río.

Noviembre Ni

No sé como escribir un suspiro. Sería ridículo escribir "ufff" o "hummm".
No sé en tal caso, como materializar mis suspiros tampoco. Se frunce mi ceño, mi mirada está perdida en un costado, casi siempre en el izquierdo para acompañar la mueca de mi boca.
No sé como escribir un te quiero en esos "TQM" ridículos que algunos vendedores de humo se encargan de escribir por ahí.
No estoy de acuerdo con nada de lo que hice, pero si volvera el tiempo atrás haría lo mismo y aún peor.
Cometería más errores, me caería más veces, lastimaría menos, perdonaría más.
Pero todo eso me parece ridículo, se que nada cambiaría porque sencillamente elegí cada cosa que me pasó e incluso esta.
Yo sabía perfectamente como iba a ser el final, sabía que volvería a transitar un período de mierda para poder llegar a la felicidad que sé, me espera.
Nada es fácil, nadie dijo que fuera fácil y el semáforo en amarillo me espera.
Hoy la suerte esta echada, hoy particularmente hoy.
El nuevo mes anticipa la nueva huída. Aquella misma que me supo escuchar cuando quise escapar, aquella misma que hoy estará a dos horas de mi luz.

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...