jueves, 29 de marzo de 2012

imposibles


No puedo acusarte, no puedo llenarme la boca de los portazos. No puedo frenarme en tus silencios. Ni puedo- mucho menos- hacerle caso a tus palabras. No puedo visitarte tanto como deseo. No puedo decirte que me esperes en el viejo bar de siempre.
No puedo tenerte por el simple hecho de no querer romper nuestro mundo, otra vez. No puedo prometerte casamiento ni aceptar que sos mi ángel espía. No puedo detenerme en tus pausas ni tomar por cierta cada una de tus dulces mentiras.
No puedo por vos ni por mí, y no puedo poder lo que puedo.

jueves, 22 de marzo de 2012

Comentarios

Siempre son bienvenidos los comentarios, sobre todo los que refuten desde un buen punto de vista cualquiera de las oraciones, frases o textos de este blog.
Sin embargo es necesario aclarar que si los lectores encuentran errores de ortografía, sería interesante recibir dicha corrección vía E-Mail (angie_pagnotta@hotmail.com), por la simple razón de que diariamente se corrigen y revisan los textos, y entonces, el comentario de tipo "ortográfico" queda desfasado y es sólo el lector el que queda en evidencia.
Gracias a todos los buenos y malos comentarios, gracias a todos los bien intencionados - y a los que no - gracias igual, ya que la lectura de los textos es siempre un premio.

lunes, 19 de marzo de 2012

Caos


El ejercicio de la escritura siempre demanda. Entre todas las pretensiones que anhela requiere, sobre todo, tiempo. El proceso creativo no es más que una nube que deriva en otra, y otra, y otra.
El tiempo de crear es cualquier momento. No hay fórmulas secretas ni actos de magia, hay, apenas, instrucciones precisas pero sobre todo convicción y fuerza para que suceda el milagro.
En esta búsqueda propia y ajena, en este caos de cemento donde el refugio es Buenos Aires, en esta cárcel abierta donde el misterio está siempre al pie de la vanguardia y las creaciones por despertarse, es donde me encuentro: en un caos mental, de tierra, agua y mucho viento.

domingo, 4 de marzo de 2012

¿Inevitable?

Un poco de autoestima y minuto después algo te pisotea.
¿Por qué aguantar las sombras de una ex? ¿Por qué someter el cuerpo y la mente al pasado? ¿Por qué debo aguantar extorsiones de mi mente a cambio de nada?
El hombre, no necesariamente masculino pero sí ser humano, siempre decepciona. No se calma la sed jamás, aún teniéndolo todo.
Me pregunto bajo qué condiciones de estabilidad y felicidad aquellos hombres no buscarán o mejor dicho, urgarán motivos insólitos para distraerse del camino.
¿A necesidad de qué? ¿qué motor? ¿para qué función?
Y así todo, y todo, así.

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...