Tu corazón está blindado
(como estuvo siempre)
simpatizo, sin embargo,
con la idea de —algún día—
quebrar la protección
absurda
de tus candados.
¿Para qué cierras algo que es completamente libre?
Encendamos nuestras almas
incendiemos nuestro cuarto.
© Angie Pagnotta
vuelve escribes maravilloso
ResponderEliminarMe encantas lo mismo que tu blog
ResponderEliminarMe gusta tu estilo
ResponderEliminarsaludos desde Miami