Las pecas retrataban mi mirada.
Estaban allí, partiendo pedazos de mi piel.
Dibujando marquitas por mis cachetes, zumbando mi nariz.
Dejando huellitas entre los relieves de mi cara.
Allí estaban, armando surcos de cacao, vistiendome de juventud.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
-
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
-
Con tinta china escribí tu nombre en un banco de plaza. Era una tarde fría de invierno berlinés y, sin temor a reprimendas, tallé tu...
No hay comentarios:
Publicar un comentario