viernes, 28 de agosto de 2009

Ahora


Bienvenida mi alma a tu encuentro. Al cálido terciopelo de tus ojos.

A la aventura oscura del mar de noche, a las tardes de lluvia entre tus piernas.

La alegría de tenerte se potencia con la reciprocidad. Sólo entre nosotros comprendo que estamos aquí por algo, hoy, ahora. Ante todas las miradas del mundo somos extraños, ante nuestros ojos, enteros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...