Y si el día es igual…Si esa mañana no perfumara más
Si aquel calor que ardía en mi cuerpo se fundiera eternamente, y no me dejara ir?
Que pasaría con los sueños que celosamente guardan las manos del futuro?
Que sentirían los labios anhelados?
Que pasajero rubí en tu boca, que placida herida cerraría mis manos para siempre?
Espera el cuerpo la demora de tu gloria. Mientras mis ansias se construyen en castillos de arena, mientras la calma no deja de agotarme. El beso implacable del pasado, vuelve a tocar mis labios otra vez, y me pronuncia los deseos más fugases, menos reales, más cautivos.
Llamarada eterna, fuego perpetuo. Deborá el infierno que nos consume en cenizas día a día… La noche espera, el cuerpo…también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario