El tiempo se resta, se consume, se aleja. La motivación diaria y continua de la vida se acerca a lo desconocido. ¿Para qué definirnos con agujas que marcan horas?, ¿para qué contar los minutos y segundos en las demoras?. Debemos vivir sin relojes, sin números, sin condiciones que nos marquen. Un ojo siempre atento y el otro absolviendo la vida, los colores, los sentimientos. La mirada, debe concentrarse en aquello que nos nutre, nos da placer, nos completa el alma hasta armar el rompe cabezas mental. Dejemos conducirnos por un deseo que nos marque, por una emoción que nos aproxime a lo sentido, por el cuerpo, por la danza de las manos y los besos. Por todo aquello que no se puede tocar, por todo esto que podemos sentir.
miércoles, 19 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
-
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
-
Con tinta china escribí tu nombre en un banco de plaza. Era una tarde fría de invierno berlinés y, sin temor a reprimendas, tallé tu...
No hay comentarios:
Publicar un comentario