
Ayer hice mi terapia de Bioenergética, una especie de tratamiento alternativo a lo conocido, que permite el contacto con el inconsciente y con la memoria celular que todos, tenemos en el cuerpo.
No puedo dar una explicación detallada de esto, sólo se que funciona y es para mí, algo impresionante.
De todos modos, no voy a exponer acá lo que Susana, mi terapeuta comentó. Limitaré a contar y mencionar un dicho que me puso a pensar.
En un momento, entre las pocas palabras que dice, se extendió y me dijo: "Tenés que pensar en la idea de los naufragantes antiguos, aquellos que para orientarse y poder navegar buscaban la estrella delante, nunca detrás. O acaso se puede naufragar mirando todo el tiempo a tus espaldas".
La idea en ese momento quedó en pausa y esta mañana bastante dormida la recordé.
Cada uno hace y decide lo que puede, y lo que podemos está determinado por el nivel de conciencia que tengamos en ese momento, por eso no debe haber culpa ni arrepentimiento, todo es por algo y así debe ser, no hay que reprochar. Hay entonces un trabajo necesario para abrir los campos de la mente y poder así tener una conciencia más amplia.
La estrella de los náufragos quizás parece distante, sin fuerza, con poca luz o quizás lejana pero esa chispa de luz infinita está y cuando llega el milagro sucede. Pretender alcanzarla mirando hacia atrás es perderla y perderse de mucho de este momento y nada más. La vida es esto, es aquí y ahora, ya no es pasado.
No sólo la estrella está delante, sino que además nuestro destino y los milagros, también.