Paralizandome en el hechizo de la forma, contemplo lo crudo del destino.
Aquello humano, perceptible apenas a los ojos se convirtió desde entonces, en otro de los tantos espejismos de la vida.
Otra generalidad más del saco infinito de pasajeros en trance.
Se cierra el círculo hipócrita.
Y la vida pequeña e inmensa circula entre mis lecturas eternas de infinitos mundos mágicos y surreales. Aquellos pequeños refugios de mi mente, donde se disparan las prosas que jamás lograré escribir.
Aquello humano, perceptible apenas a los ojos se convirtió desde entonces, en otro de los tantos espejismos de la vida.
Otra generalidad más del saco infinito de pasajeros en trance.
Se cierra el círculo hipócrita.
Y la vida pequeña e inmensa circula entre mis lecturas eternas de infinitos mundos mágicos y surreales. Aquellos pequeños refugios de mi mente, donde se disparan las prosas que jamás lograré escribir.
Ya habrá una niña que sentada frente a una pantalla de colores escriba su lamento por las prosas que jamás logrará escribir, luego de releer las lecturas eternas que tu nombre llevarán.
ResponderEliminarEntre otras cosas el círculo siempre se cierra. Todos los días un poco más mientras se agotan algunos caudales de agua. Alegría, queda mucho como dijiste. Besos Laura
ResponderEliminarQueda mucho laura y M. Gracias a los dos por pasar por acá. Veremos como se completa el círculo entonces...tiempo sobra y también se agota. Saludos
ResponderEliminar