miércoles, 30 de septiembre de 2009

Temporal


Después de la tormenta que sacudió el mundo desde el lunes, una pequeña ráfaga de sol- apenas chiquita- se manifiesta en el cielo.
No es alivio, no es resplandor, es apenas un poco de aire y luz después del temporal.
El viento desbastó todo, las casas perdieron su forma
las flores más inocentes lloran aún lluvias intensas
los castillos están inundados
y el camino ya no se distingue,
- ¿por dónde pisamos ahora? pregunta un viajante, confundido de sus pasos.
Las rocas se endurecieron más, y el mar nuevamente, arrasa con su corriente los vestigios de la vida.

Alicia


Alicia sortilegio de babia, en el fondo del espejo.


Alicia ni supone ni piensa, con la luna por cerebro.


Alicia en su pensamiento tirando del hilo de su enredo.


Alicia en el laberinto sin minotauro me llama: ¡deseo!


Alicia expulsada del país de las maravillas....para Alicia hoy, es siempre todavía.

Enrique Bunbury


Ayer no más


Una súbita herida mortal
un silencio desteñido
un aroma que parte con tu recuerdo
un presente moribundo que abunda la cama que ayer fue templo
el mal estar de mis ojos
la paciencia
aquello que ronda la noche para agobiarme
la culpa de no saber que hacer
el miedo
la soledad

todo se impregna de pasado.

martes, 29 de septiembre de 2009

Las gotitas de agua, de a poco y con el tiempo forman caudales que inundan los castillos de arena.

Desde ayer

Mis ojos irritados. Rojos, colorados, magenta.
El tiempo simplemente flotante. El bloqueo nupcial. El lamento.
A la mañana desperté sin aire. Lentes negros, ropa negra asimilando un luto de ficción.
Castillos de arena revalsados de agua.
Silencios.
Maquillo mis ojos, morados, rubí, terciopelo.

lunes, 28 de septiembre de 2009

La ciudad espera


El desierto se expande. La caricia de la noche comienza a vestir los destellos de la tarde.
Una alarma inquieta la serenidad. La ciudad espera el temblor.
Se escuchan sonidos distantes, el pacto de la semana comienza a transcurrir.
De algún modo los silencios se pronuncian. Una sirena vuelve a cortar el aire.
Una súbita red mortal hacia los edificios se entreteje esperando amanecer.
Mañana un nuevo día, el tiempo pasa. El presente continúa.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Enrique Bunbury - Los restos del naufragio


"...Los restos del naufragio quedaron esparcidos o desaparecidos o rotos,
Nos queda el presente que ya es suficiente y no nos debe faltar,
Nos queda la suerte que si se balancea un poco, nos puede tocar.
Nos queda oaxaca, peyote, san pedro y amigos
Que no nos quieren cambiar.
Nos quedan canciones que llenen los corazones
Y sobre todo la de los demás.
Nos queda el mar y un buen pescado que comer a tu lado
Y eso solo será si vuelves, claro!.
Los restos del naufragio quedaron esparcidos o desaparecidos o rotos..."

Deja Vu de domingo


El día se resume en la foto de mamá, velas, música, cigarrillos, sahumerios, mate y cantar; sobre todo cantar, mientras Neyén me mira y me acompaña.

"en tu nombre, sólo evocaré aquello que sienta con sinceridad"

Domingo gris


Muchos creen que el domingo es un día triste de por sí, "el mejor para suicidarse" llegué a escuchar sorprendida (como si hubiera un día mejor o peor para eso). Sin embargo, hoy, no sólo es domingo, sino que además el cielo está totalmente gris, hay ráfagas interminables de viento y el frío está muy intenso. ¿Qué dirán hoy las señoras en la calle? ¿Será otro día de comentarios generalizados que aludan al clima?. Probablemente estos comentarios se desprendan mañana en el ámbito laboral en textuales de : "que frío ayer, eh". En fin, algunas cosas tristemente no cambian.

La foto de hace un instante, Recoleta, "barrio" frío y distante. Caballito siempre es mi única opción.

Avivando el fuego


Muchas de las cosas que me hacen fuerte se desvanecen
por eso es mejor no pensar, dejar que el tiempo y la noche calmen los miedos
Esos ojos asesinos están ofendidos, encantados de lastimarme
Verá mi química como sale ilesa-si es que puede- del dolor: un viejo y nuevo dolor

Avivando el fuego, la chispa crece
el destino y su azar saldrán a jugar sus fichas
mi cuerpo caerá o renacerá
incertidumbre, tal como dice el vértigo de la vida

Se presume, se codicia, se necesita.
Tiempo del tiempo, a tiempo.
Un día más.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Regalo


La miran y dicen "que linda". La tocan y aseguran: "es un eucaliptos".
Desconocen absolutamente su forma, pero les da ternura su tamaño pequeño.
Explico que comercialmente es más redituable tenerlas en macetas diminutas, que no es un bonsai como se cree.
La vuelven a tocar y una señora grita "pincha". El mismo que teorizó sobre el eucalipto hace una mirada y toce como si tuviera la razón.
Las plantas a la vista de todos, casi en las narices, son observadas. Incluso algunos se atreven a sacar conclusiones.
Sin embargo, muchas plantas están afuera, esperando al menos un roce o un comentario.
¡Vayamos a buscarlas!

Plieges


La vida, chispa infinita, se pliega y se expande entre las sombras de la piel, y nos aferramos a ello como lo hicimos cada noche desde hace cinco días.
El deseo circula por el perfume del aire, se deja atrapar en besos
se condensa en miradas, esperamos, partimos.
Allí estamos prisioneros del cuerpo del otro
ardiendo, sedientos de fluidos exactos que nos aproximen al espíritu inmenso de nuestro amor.
Se repliegan entonces los dedos en las sombras de la piel
el abrazo final delata un beso.
El cariño se vuelve más intenso. Estamos cerca.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Del todo, de la nada


De la forma más exquisita de tacto. Del recuerdo más entrañable. De aquella chispa que todavía arde.
Del pasado de tus ojos. Del miedo del abrazo repentino. De querer. De querer aún más.
De las miradas confusas. Del aire volátil del deseo. De los cuerpos chocando. De la similitud en las diferencias. Del dolor de la distancia. De las cenizas aún calientes.
De esperar. De ilusionar. De aquellas cosas que nos ponen nerviosos. De todo esto, del mundo. De aquello y todo lo demás también.
La importancia, la paciencia. El día sigue. Hay más; el tiempo corre.
Más allá del presente, hay un perfume de fuego intenso circulando

Chocolate


Ella paseaba desnuda tras haber tenido sexo con su amor.

La brisa y sus manos acariciaban su cabello revuelto. Sus nalgas se meneaban por la cocina en busca de chocolate. No sabía que motivo era el que la llevaba a buscar golosinas luego de hacer el amor.

Su hombre, unos años mayor que ella, estaba rendido pero reclamaba su presencia nuevamente entre las sábanas.

Se subió encima de él, y jugando le preguntó en qué mano tenía chocolates. El contestó que en la derecha. Si adivinaba-aunque siempre estaba en esa mano- habría recompensa.

Vida


Vagamente se sospecha que "la vida" es únicamente estar vivos o la condición misma del futuro, presente y pasado de las vivencias.
Yo creo que "vida" son muchas cosas.
Es caminar por un parque y ver en primavera el despliegue de todas las flores, árboles y plantas.
Es salir al balcón, patio o terraza y descubrirnos pequeños entre edificios y aire.
Es un beso en cualquier parte con la persona deseada.
Es encontrar un momento de paz en soledad.
Es aprender a escuchar a los demás. Es darnos tiempo para los otros.
Es hacer algo que nos guste.
Es tener sexo de todas las formas posibles.
Es viajar sin sacar pasaje a ninguna parte.
Es saber que en nueve meses llegará una chispita de alegría.
Es saber que este momento es el último, que debemos aprovecharlo, pase lo que pase.
El camino es infinito, hasta que el tiempo se detiene, y ese es el único que cuenta.
  • La foto la tomé yo, en la costanera, hace dos semanas.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Amanecida


Desperté entre algodones. La suave brisa de la primavera me despertó.
Un viento calmo pero intenso me ayudó a peinarme después de una noche de sueños que ya olvidé.
El control del día estaba en mis manos. Calenté el agua para tomar algo antes de irme a trabajar.
El infinito cielo saludaba completamente celeste. Neyén, mi gato siamés es tan torpe como yo al despertarme. Jugando me enredaba las piernas al caminar. Dormida, lo acaricié despacio, muy despacio. Fui al baño, lavé mi cara, la limpié con cremas, geles, aceites.
Miré los diarios on line, tomé la lágrima que tanto me gusta desayunar.
De pronto, el sonido surgió.
"Desde hoy no temas nada, no hace falta ya, todo se fue con el huracán. Nada queda de las vueltas que el tiempo nos dió" y sigue bunbury hablando de huracanes perdidos.
Canté, más despierta, canté fuerte y me sentí libre en ese huequito de libertad urbana.
Allí está el mundo-pensé- esperándome.-

Lejos y cerca


Caminaba inquieta por las calles. Me detuve en una cortada de mi barrio, en la que había pasado muchas de mis tardes imaginando, jugando y escribiendo en mis cuadernos. Mis padres decían siempre que no hablara con extraños, sin embargo ese día no pude cumplir aquello que rutinariamente juraba.
De pronto una brisa despertó mi vista, los ojos de ese hombre me cautivaron de un modo especial. Su estructura física y su mirada, retumbaban como ecos que sonaban en mi interior. Bastaban sus ojos para envolverme en algo que jamás me había ocurrido, hasta entonces.
Me acerqué sin pensar. Le pregunté si tenía hora y luego pensé que era una forma estúpida de encarar una charla con el hombre misterioso, como prefiero llamarlo por hoy.
Me miró sonriente, revisó su reloj y me dijo que eran las 21 exactas. Su voz gruesa, su expresión masculina, su tinte de plata en el cabello, el aroma, las manos, era un conjunto de virtudes, y todo me conducía a mirarlo desde la emoción, desde la búsqueda resuelta.
Agradecí su amabilidad, me concentré en mirarlo fijamente y me despedí. Un simple gesto anticipó un hasta luego.
La noche siguiente fui hasta ese pasaje donde había encontrado la mirada que tanto esperaba, pero el destino escribe líneas sin trazos. Cada tarde, durante varios días realicé la misma actividad. Ya no lo encontraría más, pensé.
Sucede que a veces, muchas de las cosas que nos impactan momentáneamente, con la intensidad aniquiladora de la emoción y las ansias, lo inexplicable, lo que no se puede poner en palabras; esas cosas sencillamente escapan fácilmente, se desvanecen. Quizás de lo que nunca nos percatamos, aquello que nunca observamos, sea tal vez ese lugar soñado y deseado, “eterno”.

Sin destino


En la distancia se ponen en paralelo los rumbos.
Aquel punto de ruptura, hoy vuelve a tener una leve línea de lápiz sin trazo ni pulso.
El azar comienza nuevamente a jugar sus monedas y mi suerte alcanza lo que la vida quiera.
Sin destinos, ni formalidades (no más de las tuyas), sólo las mías, mis formas y mis ganas.
Aquellas que únicamente importan a la hora de cohesiones, del pulso del reloj para encontrarnos.
A lo lejos el camino, la nueva distancia, el nuevo latir rojo de vida.
El mar, siempre me espera, pase lo que pase.

Se cierra un círculo


Paralizandome en el hechizo de la forma, contemplo lo crudo del destino.
Aquello humano, perceptible apenas a los ojos se convirtió desde entonces, en otro de los tantos espejismos de la vida.
Otra generalidad más del saco infinito de pasajeros en trance.
Se cierra el círculo hipócrita.
Y la vida pequeña e inmensa circula entre mis lecturas eternas de infinitos mundos mágicos y surreales. Aquellos pequeños refugios de mi mente, donde se disparan las prosas que jamás lograré escribir.

El secreto mejor contado


"Sería muy simpático que existiera dios, que hubiese creado el mundo y fuese una benevolente providencia; que existieran un orden moral en el universo y una vida futura; pero es un hecho muy sorprendente el que todo esto sea exactamente lo que nosotros nos sentimos obligados a desear que exista".

Sigmund Freud

martes, 22 de septiembre de 2009

Púlsar


Como la piedra, cansada de su condición irreversiblemente dura y opaca.
como el lápiz, desvaneciendo trazos de plomo por las hojas
la tarde se enmudece de significados insignificantes
El deseo se concentra en los latidos, en la pulsión de la que tanto habla Freud.

El relato comienza a retratarse, motivándose.
La foto es del disco "Bocanada" de Gustavo Cerati. No tiene relación directa al texto, sin embargo, en esa imagen pensé al escribir. Aquella bocanda infinita que sigue saliendo de los pulmones hasta no respirar más.

El otro cielo


Me ocurría a veces que todo se dejaba andar, se ablandaba y cedía terreno, aceptando sin resistencia que se pudiera ir así de una cosa a otra. Digo que me ocurría, aunque una estúpida esperanza quisiera creer que acaso ha de ocurrirme todavía. Y por eso, si echarse a caminar una y otra vez por la ciudad parece un escándalo cuando se tiene una familia y un trabajo, hay ratos en que vuelvo a decirme que ya sería tiempo de retornar a mi barrio preferido, olvidarme de mis ocupaciones (soy corredor de bolsa) y con un poco de suerte encontrar a Josiane y quedarme con ella hasta la mañana siguiente.

Quién sabe cuánto hace que me repito todo esto, y es penoso porque hubo una época en que las cosas me sucedían cuando menos pensaba en ellas, empujando apenas con el hombro cualquier rincón del aire. En todo caso bastaba ingresar en la deriva placentera del ciudadano que se deja llevar por sus preferencias callejeras, y casi siempre mi paseo terminaba en el barrio de las galerías cubiertas, quizá porque los pasajes y las galerías han sido mi patria secreta desde siempre. Aquí, por ejemplo, el Pasaje Güemes, territorio ambiguo donde ya hace tanto tiempo fui a quitarme la infancia como un traje usado.



Fragmento de El otro cielo (Todos los fuegos el fuego, 1966) Julio Cortázar

La Primavera de Botticelli


Día de primavera de sol de flores nuevas. El invierno que pasó se lleva los troncos maduros del invierno y el otoño. Aire nuevo, perfumes nuevos.

Y me queda sólo citarlo a Salvador Dalí en uno de sus textos:

Sólo queda de él
el alucinante óvalo de blancura de su cabeza,
su cabeza otra vez más tierna,
su cabeza crisálida de prejuicios biológicos,
su cabeza sostenida por las puntas de los dedos del agua,
por las puntas de los dedos
de la mano insensata
de la mano terrible
de la mano coprofágica,
de la mano mortal
de su propio reflejo.
Cuando esta cabeza se hienda,
cuando esta cabeza se resquebraje,
cuando esta cabeza estalle,
aparecerá la flor,
el nuevo Narciso,
Gala:
mi narciso.


La imagen es la pintura " La primavera" de Sandro Botticelli.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Persistencia


A veces no hay más remedio que esperar. El tiempo se parte entre la distancia y el deber.
Los relojes nos marcan, los pasos nos preceden.
Una inmensa necesidad de llegar "a tiempo". Pero el perdón o el después no reconocen esos segunderos.
El tiempo, y su maravillosa persistencia en la memoria. Los relojes chorreando de Salvador Dalí.
La exacta sensación de no querer avanzar más con las agujas.
La hora libre, el recreo, todo eso nos salva la tarde.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Hasta luego y adiós


Una sinfonía adelanta el trago. La música revive el instinto -casi animal- del deseo inquieto durante la noche.
El tiempo se paraliza.
La ciudad aclama con voces de otros, aquello que no nos atrevemos a gritar.
Lejos del razonamiento, la mente empieza a disfrutar.
En un enjambre de abrazos y besos partidos en los labios, se deja caer el talismán de la fuerza.
Nos volvemos a encontrar.
En un punto entre el cielo y la tierra los dos sabemos que la voracidad va a ocurrir.
Es tan frágil el tacto, y tan lento el olvido, que el cristal de mis ojos quebrará después.
El hasta luego maquilla nuevamente un adiós.
Ese adiós será un hasta luego.

Hasta luego


Hasta los besos se roban un hasta luego y no los volvemos a tener.
El adiós sólo es infinito sino queda ni una chispa de ánimo por volver.
Se vuelca el vino de tu copa en el mantel, después de la despedida furtiva de siempre.
Se chocan las miradas.
El adiós titila.
El hasta luego es suficiente.

Luces de colores


En la figura implícita de la magia que me contiene, es un nuevo día.
la mística de todo lo de ayer, se fue esfumando con las horas.
El hoy aprieta las entrañas. Se sacude un momento incierto.
Presente lleno de gloria, alegría y sueños que vendrán.
Se llenan las lamparitas de luces de colores, su nueva luz trae felicidad.
Pasa el pasado moribundo por la esquina, un coche fúnebre lo destina hacia el mar.
El viento sopla, los pájaros reviven su canto.
Hay luz con piedad.

Jueves


El oro negro se funde. Aquel destello se opaca.
Las cenizas de la cama arrasan la verdad.
Cuesta hablar. Cuestan las lágrimas.
Eso que sucede, se inmoviliza.
Lo inalcanzable se expande.
Un tiempo más, un beso menos.
Aquellas frutas se consumen entre los labios moribundos.
Lo negativo intenta volcarse al presente.
El fuego, el diluvio son hoy una tormenta, un jueves más: cobarde.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Destellos


Hay un brillo mezclado con magia que pese a las tormentas y a los jueves nublados, no cesa.
Se debe tener certeza a la hora de volar. Las alas con los días se acortan aún más.
El viaje es largo, o al menos duradero. Que no nos fatigue el día. Las estrellas siguen allí con sus destellos cuidándonos.

Motor


Allí está sentado, el sueño opaco que no pudo ser.
Aquello por lo que mis ojos pasaron noches enteras desvelandome.
Esta allí, inmóvil, riéndose de mí, como dentro de muchas noches más.

Esta ahí, y no me percibe, no me habla, no me dice nada.
Toce.
Yo no miro, aunque cada tanto de costado observo.

El deseo se paraliza. Lo sucedido ya no sé en que circunstancia viaja.
El motor que nos impulsa perdió su fuerza en medio del mar.
Mi bote perdió sus remos. Tus brazos se agotaron.

Mañana será otro día. Mañana ¿dónde estaré?.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Hoy

El cuerpo tiembla.
Los ojos lloran

Incompleta


Lo difícil del amor es la ruptura. Es tirar de la cuerda hasta ver los hilos caer lentamente.
Es despertarse y saber que no hay entendimiento. Es además, verlo y morir por un minuto más de su atención en vos. Es creer que el último beso nunca existirá. Es soñar mientras te bañás, con los primeros abrazos, las declaraciones del comienzo, los regalitos inesperados, los mensajitos de amor. Es opacar, entristecer y sentirnos nada.
Lo bueno del amor, si es que hay algo bueno en la tarea tediosa de ignorarnos, es todo lo demás.

Harta, casi tan harta de vos como de mí, aunque en realidad lo estoy de la imagen patética de nosotros al discutir.
Harta de encontrarme siempre con la misma piedra, las mismas señalizaciones absurdas de mí, cosas inexistentes que prefiero no oír nunca más.
Allí estas, con tus hielos en las venas, sin decir más que amenazas paulatinamente.
Allí estas, y aquí estoy yo, suspirando algún abrazo, pero también con la pena inmensa que me provoca no estar más con vos.
No soy la mujer soñada
No soy un espejo de tu ideal de mujer concentrado en tu madre
No soy.
Puedo mucho, hago lo que puedo y cuando sé que puedo más lo intento, y las veces que puedo, sencillamente no quiero...mi tiempo es corto, cada día se hace más corto...

martes, 15 de septiembre de 2009

Silencio


Estar callada me ayuda a volver a mirar las cosas. Hace 2 días no tengo voz prácticamente, y hoy el dolor es más intenso. Sin embargo lo positivo de esto es que me estoy deteniendo más en pensar, en observar, viejas tareas que antes realizaba con frecuencia. Estar en silencio ayuda a muchas cosas, entre ellas meditar. No decir cosas de más. No realizar comentarios por "quedar bien". Y no pre juzgar en vano.
La contra cara de esto, es que para darme a entender tengo que sonreír o decir "aha". Ese es el equilibrio de la simpatía o antipatía que puedo llegar a generar con ambas respuestas.
El silencio, evidentemente, es un tema.

Costanera: La realidad de tus ojos a través del espejo





El eco del día se compara al viento.
El sol. La tarde cayendo.
El viento en mi cara me provoca una sonrisa, que deja el espacio exacto para que entre la brisa en mis labios.
El paisaje se torna mágico. El tiempo se detiene.
Los ojos inquietos intentan mirar cada ínfima cosa y volver a retener la foto, imaginandola.
Siento alegría, la costanera es mi lugar

lunes, 14 de septiembre de 2009

Portón


La pelea por el adiós también se comparte. Como la culpa en una pareja, plenamente de a dos.
Una noche te pedí que no vuelvas y volviste, sigiloso, casi en tono de provocación.
Casi olvidando que lloré por vos. Sabiendo que me habías lastimado lo suficiente como para entender que no correspondía intentar nada más. Sería sínico de tu parte, pensé.
Pero eras sínico y perverso ya que intentaste.
Lo positivo es que ya no quise llorar más. Tan hundida estaba la daga, tanta sangre había derramado en mi herida que no tenía más que asco en mis venas por vos.
Sonreí fuerte, me burlé de vos al pedir convencido un reencuentro, me di media vuelta, caminé hacia la puerta y como en las novelas-cerré de un portón-tu suerte desafortunada se fue con la madera para siempre.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Imposibles posibles


En el club de los imposibles ocurren las mejores historias, aquellas que no se pueden contar, sino vivir lo más intensamente que podamos. En este lugar hay muchos socios. El perfil de cada uno de ellos es completamente distinto, incluso en sexo y edades, sin embargo hay una identificación que subyace cualquier estereotipo.
Todos tenemos metas inalcanzables e imposibles. Tenemos frustraciones, deseos truncos, secretos confesados, cajones y cajones de cartas sin enviar, pensamientos sucios que no sabemos decir, verdades silenciadas y sobre todo una peligrosa mezcla en las venas de temor y deseo.
En este club, cualquier esperanzado pesimista puede entrar, sabemos que es prácticamente imposible pero en el pequeño o gran momento optimista que tenemos al menos una vez al día, creemos con firmeza que lo importante es INTENTAR.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Ritmo y música


La música es una motivación. Nos lleva al instante preciso de muchos recuerdos. Nos propicia un futuro entre sinfonías. Los semáforos en verde de la canción nos arrastran a volar victorias. Los errores tienen un recuerdo en aquella canción que habla-sin hablar-de lo mismo.
La sensación de identificarnos con el ritmo, nos eleva.

"Bienvenidos al club de los imposibles, de balas perdidas con siete vidas, tenemos prisa por llegar", dice Enrique Bunbury en su canción.
"Y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño", confiesa Joaquín Sabina entre peces de hielo y un whisky on the rocks.
Y así circulan las frases que nos conmueven, sin identificarnos por completo ya que nada es absoluto, pero que acompañancon su ritmo una forma que nos motiva a cantar.
Existe además la musicoterapia y otras tantas técnicas que afirman lo que digo: la música es imprescindible.

Océano y mar


Los sueños se esparcen en mi mente. La lluvia de elocuencia se presentó otra vez.

A lo lejos veo un mar inmenso. Mi cuerpo desnudo se sumerge sin más pudor que el frío instantáneo de las olas. Las estrellas caminan por el cielo, tras los secretos que dejaron sus ancestrales destellos.
Un caos inmenso, erótico, invade mis manos. Se pronuncia el deseo, se peina el olvido al viento.
El pecho late, los pulsos del corazón galopan por mi océano. El aroma, las piedras, el sol sin vista me perfuma.

Libertad de morirme acá, libertad de no volver jamás.

Llave


La soledad desempeña un rol primordial en la vida del ser humano.
En ella se encuentra la llave de la percepción, aquella que invade las puertas de Aldous Huxley.
El presente siempre moribundo, con el fin latente en las noches, se impacienta.
Tenemos una llave secreta, perdida en un océano de fuego.
El hoy es motivación, el ahora, el recuerdo.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Gusto


Algunas cosas nunca cambian. Los gustos se mantienen constantes pese a que muchas variables intenten modificar la perspectiva que tenemos acerca de algo que nos reclama atención.
Si algo nos llama, nos deleita, nos completa, nos encanta...es poco probable que deje de hacernos sentir eso.
Aunque, algunas cosas sí nos dejan de gustar. Intervienen los sentimientos acá, y cuando se juegan emociones del corazón, a veces, el mejor remedio es el olvido. Es enojarse con aquello que nos gusta para distanciarlo de nuestra mente para siempre. Es creernos el cuento de que "dejó de ser como me gustaba " o "no me gusta más", etc. Es un auto engaño que sirve para que el corazón no se suicide. Para evitar seguir sufriendo, para no condicionarnos más ante esa figura, persona, cosa u objeto que nos puede fácilmente, llegar a tener como esclavos o prisioneros.
Algunas cosas nunca cambian. Los gustos a veces sí.

Tren


Cada uno tiene su propio castillo, aquel que se agranda o se evapora con la espuma del mar
En momentos de distancia, de ese sentimiento inútil de "extrañar", se cierran mis ojos un instante hasta encontrarme con la persona que añoro.
El tiempo se detiene, las agujas flotan sin rumbo en mi interior, me siento libre hasta que debo salir y conectarme de nuevo con la realidad.
Un paisaje quieto, un árbol agitándose rabioso, un beso, y un cajón lleno de cartas, pulsan el próximo vagón.
El tren espera partir, salió hace un instante de la vía.

Viernes jueves

Ayer estuve melancólica, pensé. Mientras tomaba unos mates y dejaba pasar la mañana.
El país, Le Monde Diplomatic, Lo inalcanzable y Dictadura mediática en Venezuela me esperaban, detesté darme cuenta de que estaba en mi trabajo, no por el trabajo en sí, sino por no poder irme a cualquier plaza a ponerme a leer. O a simplemente aprovechar que es viernes y tomarme un pasaje que me lleve a cualquier costa de cualquier lugar, incluso la costanera.
Los viernes están siendo "solitarios". La gente no filtra.
Yo ya no me comprometo a cosas, simplemente me desentiendo de esas responsabilidades.
Las ideas se caen anticipadamente, y se caen aún más con la confirmación de que caerán.
El día y la noche siguen, recoleta-y no caballito-me espera.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Despedida II El barco


Mis manos de seda, se acercaban al ventanal para abrigarme con la luna. Era hoy el único alivio de contensión que podía alcanzar
Unos cuantos besos al viento, arrinconados en la pared del olvido, se fueron borrando de a poco en nuestros labios.
Un recuerdo inmóvil, que parece asesinar el destino, se aleja y se acerca rotundamente
.
Lo desnudo de mis ojos se concentra en tu última mirada, y en mi triste corazón que entendió que esa fue la última vez que podría verte entero.

Es doloroso. Fue triste. Fue

Me irritás aún en la distancia, lejos completamente del motivo "del amor", mi euforia es por no entender tu ingratitud, entre tantas cosas que no entiendo de vos.
Irás. Te irás decantando a la orilla del río. Yo mientras tanto, iré en mi barco llena de sonrisas
Estarás esperandome al llegar, extendiendome un abrazo que jamás voy a aceptar.

martes, 8 de septiembre de 2009

Ser o no ser

El deber o no del ser. El deber de aquello que necesitamos, o simplemente de aquello que nos hace bien para seguir el día.
De lo frágil que es la caída si se dejan castigar los deseos.
Es imposible descartar la mente por completo, por eso piensa que esta mal o bien de lo que elegimos.
El impulso, la pulsión, la compliciadad sin la razón castigan la mente hasta endiosarla.
El complejo camino del deber ser se bifurca con cada desición.

Lunes II

No debería pensar que pueda perpetuar el misterio de sus ojos a través de mi realidad.
Donde se conjugan los secretos del alma y donde se esparcen los destellos de pasión,
allí, dónde mi sangre delata los recuerdos del cuerpo, es donde yace aquello que debo perpetuar.

Lunes

Después del momento,
del abismo de los ojos de cielo
de la ruta sigilosa de sus manos
Después de esa intensidad, añoré un momento tangible de poesía oral.
No sé si es prudente o no mi pensamiento,
sólo se que existe y está.

Rige en mi una cuestión eterna y volátil,
rige en mí la incertidumbre de la piel,
y es que el deseo gira en un espiral inmenso, sin rebote
Y me quema la carne la delicia,
la imaginación y la delicia de mis ojos en vos.

Margarita


Las mujeres somos como cristales. La fragilidad de nuestras exterioridades es incuestionable.

Pero ya no tenemos grandes deseos,
no buscamos al hombre perfecto
no esperamos al príncipe azul en el caballo blanco.
No nos decoramos el pelo con flores en primavera,
no horneamos tortas de chocolate todos los días, ni tampoco galletas con formas de corazón.
No preparamos el desayuno con una flor distinta cada día,
no tenemos tampoco la misma paciencia.
No esperamos el momento adecuado para un beso,
no deshojamos margaritas en la calle al susurro de "me quiere"o "no me quiere.

Se rompieron los ideales. Los moldes de doncella.
El hombre supo transformarnos en una proyección de su imagen.
Agotó nuestros sueños, nuestras esperanzas.
Pero como en todo, una chispa queda para motivarnos a detestar aquello que no queremos y aferrarnos a todo lo que amamos.
Las mujeres somos como el acero. La sencibilidad de nuestro corazón es incuestionable.

El amor


Un fragmento de "Noches Blancas" un texto de mi adoración. Este párrafo resume para mí, lo que es el amor, en todo aspecto.

Y no he vuelto a ver a Nástenka. ¿Entristecer con mi presencia su felicidad, ser un reproche, marchitar las flores que se puso en los cabellos para ir al altar? ¡Jamás, jamás! ¡Que su cielo sea sereno, que su sonrisa sea clara! Yo te bendigo por el instante de alegría que diste al transeúnte melancólico, extraño, solitario... ¡Dios mío! ¿Un instante de felicidad no es suficiente para toda una vida? "

Fedor Dostoievski

lunes, 7 de septiembre de 2009

In limbo

En limbo estelar. Según Wikipedia, hay varias acepciones, yo prefiero utilizar la de limbo estelar: es la región del borde en la imagen de una estrella, menos brillante que su parte central. El concepto se aplica, con el mismo significado, a cualquier astro cuya imagen se aprecia como un disco, en lugar de un simple punto. Puede hablarse, por ejemplo, del limbo lunar.

El artista que conocí hoy no es una estrella, ni mucho menos un disco. Es sin dudas un hombre conectado con la sencibilidad de cualquier carácter social, con la poesía permanente, con el hoy y el mañana.
Su generación es imprescindible. Su talento, su personalidad la amplitud de criterios y razonamientos que impulsan su obra, es una motivación.
Este blog habla de motivaciones constantemente, por eso me pareció pertinente hablar de Juan Doffo, quien supo cautivarnos a mí y a mi amiga Lucrecia con quién fuimos a entrevistarlo esta mañana.



La foto es "Río infinito" no se aprecia, pero es simplemente hermosa.
Dejo un link para conocerlo más: Juan Doffo

Sombras


Una de las noches que lo soñé, lo vi sin forma, como una sobra que fingía destellos de amor. Entre las nubes y el humo se movía lentamente hacia mí. Su mirada sin ojos me recorría el alma. Susurraba en mi cuello y acariciaba mi pelo con sus movimientos. Se aproximaba suave, rozándome, hasta desaparecer.
Dos noches después, la imagen se repitió en la calle. Cerca de un banco en la plaza donde estaba leyendo fragmentos de la vieja rayuela de Julio Cortázar. Susurró nuevamente y desapareció otra vez.
Muchas noches alejan su figura y la acercan entre el recuerdo y la realidad. Quisiera saber y me pregunto cada tanto, ¿a quién estoy viendo realmente?, ¿En qué espíritu debo creer? ¿Qué dice la sombra a mis espaldas?.
Preguntas infinitas que algún día se resolverán

La imagen es una obra de Salvador Dalí llamada "The Ghost of Vermeer of Delft Which Can Be Used As a Table" o "La sombra de Vermeer que puede ser usada como mesa". 1934.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Sol sin vista



Estamos. Somos. Estamos.

Entre lo pálido del día, entre el tedio, la verdad.
El río que se esconde entre las hojas, la inmensidad del sol que nadie ve. Existe.
Hoy está nublado, yo veo un sol radiante. Quizás el optimismo de mi juventud.
Quizás saber que si acompaño mi mirada al día entienda que restan horas complicadas por delante y seguramente me anguiste más. Sin embargo, lo veo hermoso, radiante, lleno de vida.

El sol existe. Está

jueves, 3 de septiembre de 2009

Utopía


Aquello de lo que sabemos poco. De lo que imaginamos dormidos. De nuestros sueños despiertos. Del fulgor de la luz temprana. De las ansias. De los deseos. Del mundo que imaginamos aconteciendo. Del beso esperado. De la mirada atenta. Del encuento de las manos. De la piel sin tabú. Del capricho sin amor. De la carne. Del misterio de tus ojos revelandose. De mis miedos en coma. De las distancias sin lejanías. De todo aquello que me hace sonreír.
Aquello que anhelamos. Que pareciera no existir jamás o ser simplemente una utopía inalcanzable, lejana, quieta. Eso, ese impulso debe llevarnos al hoy.
El ahora es para siempre si nosotros lo hacemos perpetuo.
Que dure este instante, la vida pasa.

Del relato

Cuando decidí ponerle este nombre al blog, lo hice por un profesor que tuve en primer año de periodismo. Él decía que no hace falta que el relato sea lo más perfecto del mundo, que bastara con que brindara una perspectiva de la realidad. Pero decía que lo importante era buscarle la vuelta, era motivarlo. Era hacerlo crecer y ser fuerte, era escribirlo con amor, corregirlo, mimarlo. De eso derivó este blog, de que si bien cada relato no es perfecto ni cumple con ciertas premisas, esta completamente motivado, alimentado, lleno de magia invisible...
Lleno de lo que se necesita para al menos, sentirnos identificados un instante.

Del fuego vino el diluvio


Se suponen cosas inciertas. Se dicen pocas verdades. Se ocultan muchos silencios.
El misterio de cada uno se cierra hasta ahogarse. Se tiende a reprimir miradas, gestos. Los deseos que antes erizaban sólo con el vapor de aire en los ojos, enmudece.
Un caos infinito circula. Adrenalina disuelta entre verdades. Síntomas repetitivos se manifiestan por las sales del cuerpo. Presión. Calor.
Del
fuego, el diluvio. Del rojo, el gris opacandome.
Fiebre misteriosa que nos invade. Se hace punzante tu foto bajo la lluvia. Breve calma.
Silencio.
Se supone todo incierto. No se dice nada. Se oculta la voz.

Belleza


Adelante el futuro incierto, atrás el pasado moribundo. Las sombras se bifurcan en mi mente hasta alcanzarme. Me despido para siempre del adiós en silencio. La belleza de este caos es real. Y al verte entiendo el camino. Se achican los pasos, se persuaden los rumbos. Nunca se deja de concretar el viento a favor de una esperanza.
Debo seguir hacia el dolor. Debo seguir.
El presente, el hoy. Aquel momento, hoy.
La lucha es continua, el deseo inalcanzable.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Despedida

Una vez leí que la llegada de alguien anticipa una despedida. La ausencia de algo también anticipa una despedida. Así como la incertidumbre que se plantea según el color del ánimo del otro. Que hipócritas somos. ¿cuánto tiempo más funcionaremos con esta "lógica"?. Si sabemos que no es necesario ¿porque lo hacemos?. El mundo se sostiene con ficciones innecesrias . Todo el tiempo se plantean "ensayos y errores" casi arbitrariamente al verdadero deseo.
Pero como se sabe por Freud, el deseo se reprime.

Buzón


Un tanto más positivo el recuerdo, pero siempre crítico y paranoico.
Allí estaba el buzón vacío y yo como una niña jugando a encontrar una respuesta inexistente. El latido acelerado, el instante eterno.
No se confunden más las ideas ni la mente. Las ansias manejan todo el razonamiento hasta envolverlo en sus sábanas negras.
El destello de alegría, de complicidad es interesante-en cualquier ámbito-siempre.
Se destruyen los relojes y el tiempo. Se acortan las distancias. Se agrandan las miradas con la confianza. La chispa surge, nuevamente. O ¿jamás volverá?.

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...