
En el encuentro se goza una gran parte de nuestro ideal. Se manifiesta un punto de contacto único e invisible que sólo se forma mediante la ley del deseo y la atracción.
Hay chispa, hay fuego. Manos acurrucándose por el cuerpo, sabores, aromas, gustos y tactos permanentes.
Hay pequeñas ráfagas de ternura, contención, abrazos resueltos en besos. Hay presencia del suelo, del aire, de la calma.
Los árboles prestan su perfume, el tiempo se detiene en ese instante y los ojos se entreabren como los labios de las bocas inquietas.
Se percibe. Se huele. Se condena
Se mastica, se relame, se renueva.
El aire de todos los aires se contorsiona hasta acabarse. Hasta extinguirse en el cielo del después.
lamento no haber disfrutado nuestro ultimo encuentro como lo que fue, el ultimo.
ResponderEliminaresto me recuerda a borges...
me haces falta ann, mucha falta.
M...
es muy lindo el relato
ResponderEliminarcariños
carmen