
El viaje que inicié me determina pocas cosas, o simplemente las necesarias para vivir.
No necesito más que mi cuerpo y mis ideas claras para ser feliz.
En un instante puede cambiar todo, pero también se puede modificar la vieja estructura que casi por inercia, se instaló en mi sistema digestivo y en mi corazón durante años. Los nervios jamás saben callar y esta vez estallaron.
Siempre hay algo mejor, pensé. De todos modos cuesta intentar ver cuan mejor o peor puede ser aquello desconocido. ¿Y si nos damos la cabeza contra la pared?. ¿Y si pasa lo contrario?. La única esperanza que encuentro para pensar es que el NO lo tenemos de antemano ganado.
Intentar es una buena forma de ir perdiendo el miedo al intento. Por eso, aunque mi estomago se retuerce, aunque mis manos transpiren y mi corazón palpite a dos mil revoluciones, intento.
esperanza, optimismo y deseo
ResponderEliminarcariños
carmen
que linda sos, que linda
ResponderEliminarbesos para vos hermosa
lucas