
A veces cuesta pero llegan las buenas noticias.
Algunas ilusiones caen, pero no pasa por el fracaso, sino por el hecho de que el esfuerzo pareciera que nunca alcanzara.
De a poco, a pasos lentos, silenciosos, todo va tomando color. Y es que estaban los días demasiado grises para pensar en tonalidades. El cielo, aún en esplendor parecía estar nublado, gris, en gamas sin brillo.
Y queda una cuota de esperanza, cuesta pero a veces las buenas noticias llegan y pasan.
Interesante el concepto. Admiro tu capacidad de pasar de un estado a otro. Lindo el blog
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Mauro