sábado, 26 de diciembre de 2009

Después y ahora


Después del miedo y el respeto, vino la confesión.
Se tenía que dar, no podíamos forzar la situación. Teníamos que ser precavidos, no podíamos arruinar nada que fuera nuestro.
Tuvimos miedo, queríamos respetar las posibles heridas de los demás.
Teníamos ganas también, por eso estamos juntos.
El tiempo dijo la verdad, el destino está ahora acá y somos felices que es lo principal.
Ya no recuerdo hace cuanto no lloro y no dejo de sonreír porque tengo un gran amor que me acompaña y me hace sentir especial.
El destino está ahora acá. Después del miedo y el respeto, vino la confesión.
Después y ahora hicimos lo que pudimos.

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