sábado, 24 de octubre de 2009
Último, y no hay más.
La poca lucidez se te fue. El espacio de encuentro prometido para tu interior y para vos quedó postergado. Sabía, era sabido que ibas a derivar en esto, casi lo anticipaste con tus actitudes del último fin de semana.
Pensaba que eras un hombre distinto, que dentro de lo habitual de la gente de mi edad, te destacabas por experiencia, madurez...años.
Estaba equivocada, hoy lo sé.
Pisaste la cabeza de tus amigos por: celos, rencor, envidia, ego. Con ellos hoy brindas, copa en alto, sonriente y desprendido.
Allí radica la hipocresia, tu mayor problema.
Ojalá encuentres el camino, ojalá salgas adelante.
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Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Nunca había entendido la gravedad Hasta que algo atrajo tu cuerpo al mío No discuto que haya ocurrido algo especial Aunque si se bien que...
Te indigna tanto como a mi la hipocrecia. Es superable, pero pocos la superan. Saludos.
ResponderEliminarAndrés
todos pasamos por esa máscara, todos.
ResponderEliminarMuy bueno tu relato. Gracias por compartirlo como siempre digo.
Saludos.
Marce