
Confiada de mi nueva realidad, en mi destino inquieto que busca trascender lo habitual.
Alerta del presente, viviendo cada minuto como el último,
Una brisa suave me alegró la mirada, allí estaba escondido el secreto mejor guardado, el más lindo de todos los secretos.
Como una niña de 15 años se estremecía mi sonrisa,
y mi alma entera contemplaba mi ensueño, mi fasinación nueva, llena de vos.
No podía comprender como, de un momento a otro, la noche se convertía en mañana,
Una cálida sensación junto al sol, me acompañaba mientras me vestía
y mi sonrisa seguía reflejada allí, en ese mismo espejo que me vio derramar cada antigua lágrima.
La casa que fue templo, sigue de alguna manera siendo altar en otra dirección.
Haces bien, hay que jugársela y endiosar aquello que valga la pena nena. Besitos!! Eze
ResponderEliminarme encanta leerte pendeja.
ResponderEliminarBeso inmenso!
Lucho