martes, 27 de octubre de 2009
Moralmente mal
Hay ciertas cosas que nos hacen moralmente mal.
Están sujetas a la picardía, al deseo y la perversión inminente que producen ciertas cosas.
La vista es uno de los sentidos más vulnerables en este aspecto.
Nuestros ojos conducen una sensación de excitación que el cerebro interpreta como "ganas".
¿Qué pasa cuando el recorrido es a la inversa?
Cuando algunas cosas (no digo muchas, no pido tanto) ¿son compatibles, se cruzan, se entienden?
¿Cuando la combinación de energías fluye desde lo personal, desde la intimidad del ser y no desde lo superficial? ¿existe el amor o su posibilidad? ¿de qué depende que estas fuerzas constituyan un vínculo real?.
Estos interrogantes son desafiados por el tiempo, por las ganas y la fuerza del vínculo.
Se dirán las respuestas. Se dará lo que se tenga que dar.
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Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Nunca había entendido la gravedad Hasta que algo atrajo tu cuerpo al mío No discuto que haya ocurrido algo especial Aunque si se bien que...
¿Porque obligar a esas fuerzas a constituir un vinculo real? ¿Se puede contener la pasión por tiempo indefinido?
ResponderEliminarEn realidad, es sin obligación. El interrogante es cuando el camino es inverso, es decir, cuando se ve primero el vínculo y luego la piel, por decirlo de algún modo. La pasión NO se debe contener jamás. Gracias por escribir.
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