
Una noche hermosa nos acompañaba. Decidimos ir a buscar nuestro fuego en las alturas.
Minutos antes, charlábamos del destino, de como llegamos a estar juntos casi mágicamente.
Comenzamos a besarnos, a dejarnos encontrar en la soledad de la terraza y con las estrellas de testigo nos dimos un hermoso chispaso de amor y energía.
Nada mejor que tus besos para mi, nada mejor que vos y yo juntos.
Y uno que ansía el momento de llegar a la terraza; y encontrar aún la luna llena.
ResponderEliminarBonito relato Angie.
Un abrazo.
Sí, totalmente.
ResponderEliminarLa luna está llena siempre, al menos por esta etapa.
Un beso y gracias por pasar!!