Así como repetimos ideas, conductas o actos, también repetimos patrones de búsqueda en el otro.
Al respecto, hay muchas ideas que afirman o contradicen esta "teoría". Sin embargo, es real que muchas veces buscamos la antítesis de nosotros mismos pero en el otro. Quizás no en el sentido amplio de la palabra, sino en leves pero firmes conductas.
En mi caso particular, busqué hombres que cumplían ciertos patrones de conducta similares, indefectiblemente en todos hay un denotado sentido del humor ácido/irónico (por decir algo).
Mi idea es que en el fondo, uno siempre repite algo. Seguramente sea inconsciente y no haya una búsqueda real de esto, pero inevitablemente pienso que se da. Patrones de conducta, un rasgo de la personalidad que sobresalga, parámetros específicos o incluso algo del aspecto físico.
El encantamiento por repetición, es para mí el más estable de todos, en el sentido de que su prolongación es silenciosa e inmediata, nada más peligroso...
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