
El camino de la distracción permite visualizar distintos panoramas pero a veces sin resultados eficaces.
Una crítica y pura razón lógica se desprende de las neuronas, intentando movimientos por repetición.
Atravesamos los días, que son segundos y parpadeos. Visualizamos lo prohibido, lo lejano, lo inalcanzable. Se transforma la ansiedad en deseo, se prometen juegos eternos, se abren caminos opuestos...
La sinapsis y el pragmatismo, se disuelven con los sentimientos.
Es que, las emocionas juegan tan fuerte en las miradas que dejamos de pensar en qué se posan los ojos.
Es que, las emocionas juegan tan fuerte en las miradas que dejamos de pensar en qué se posan los ojos.
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