Hubo un ruido y un silencio. Monedas rodando por el piso. Manos entrelazadas. Café y vino tinto.
Hubo una mesa, cuatro piernas, un hombre y una mujer.
Hubo noches de rock y tango, madrugadas de amor y pernoctes llenos de promesas quitas.
Hubo caricias, un llamado por teléfono, voz, cuerpo y alma.
Hubo risas, mates, recuerdos y viajes planeados que jamás ocurrieron.
Hay una mujer, unas manos, dos piernas y el cielo por delante, ardiendo. Mordiendo. Inquietando...
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