
No querer que me quieras nada. No robar más aquellos racimos de cariño que antes tenías para mí.
No permitir que tu imagen corrupta me anule, ni aceptar el cambio de aire en tu mirada como la única realidad.
Prometerle al tiempo un espacio para nosotros, dejar la flor y la ventana pendientes.
Volar lejos, como un ave perseguida. Volar infinitamente como el ave que soy.
Dejar la blanca cordura, al borde de la deriva.
Ver tus ojos como ver la luz del sol.
me encanto
ResponderEliminarcariños
j.-