Ante pocos hombres me quedé muda. No hablo sólo de varones, sino de personas, de carne y hueso, Sin twitter ni facebook, personas presentes.
Aún en mis sueños, me quedo sin palabras al soñar con Dalí, al apenas cruzar miradas. Cuando tomo mates con Alejandra (Pizarnik) estudio un libro con Julio (Cortázar) o paseo por la calle escuchando al Che Guevara hoy justamente, en el día de su cumpleaños, quedo muda.
En mis sueños, soy una especie de amiga e incluso co-creadora. Que ambiciosa soy durmiendo, que alto e inmenso planea mi cerebro.
Creo, sin embargo, que si los tuviera en frente diría tanto, pero hasta en mis sueños soy mas coherente que despierta, jamás diría nada, está todo dicho.
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