Después de todo y finalmente, lo dije.
Sentí libertad.
Alas al viento y una brisa inexplicablemente feliz con aroma a jazmín.
Sentí libertad.
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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