martes, 28 de junio de 2011

Desnuda en el último juego.


El espacio deseado terminó en el subsuelo.
El cielo azul destiñe la noche fría. La capa del rey se abre para siempre desaparecer.
Viento.
Neblina.

Unos minutos más tarde, Alicia escucha una voz.
Se acerca el susurro cada vez más cerca.

La llave cae por sus entrañas hasta agotar las últimas manos del encuentro.
Un hilo de baba en el pecho muerde el último escalón.
Se sienta sobre la mesa, destroza una naranja a mordiscos.

Se cambia el vestido, color cristal y almendra. Sale a buscar al enemigo con el cuchillo entre los dientes y la sangre atenta, esperando arder en las muñecas.

El rey, sólo sabe jugar a las escondidas. Envía al león para atrapar a la víctima.
Alicia huye, también sabe esconderse.
Esperará hasta el próximo invierno para volver y cumplir su promesa de amor.

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