martes, 23 de julio de 2019

I.



Hoy hablaba con un amigo sobre el lugar de lo anónimo. Me causa cierta extrañeza esa sensación. Por un lado, una parte de mi cuerpo añora ese instante de anonimato que tenía hace años y, por otro lado, valoro enormemente el alcance que pueda tener alguna tontera que escribo. Que contradictorio ¿no? y haciendo un revisionismo de mi propia existencia, soy una persona dual, con blancos y negros en un mismo punto cardinal, será por eso que también conviven en mí ciertas voces a la hora de, por ejemplo, escribir. ¿Quién sabe?
©Angie Pagnotta-Depersia

8 comentarios:

  1. Ciertas voces para nada inciertas, certeras voces que te habitan en realidad. Me encantó, Angie.

    Abrazo grande.

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    1. ¡Gracias, Carlos! Las voces van más allá de lo que, a veces, pueda escuchar, será eso. ¡Gracias! Besos.

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  2. Muy interesante y comparto esa dualidad con respecto a lo anónimo. Al fin y al cabo se trata de escribir y el nombre es lo de menos. Creo que el anonimato nos despoja de ataduras, en algún sentido. Cuando tenés algo de repercusión, está el temor a quedar (por lo menos de mi parte) atrapado por el autor. Quiero decir, al escribir uno "aplica una fórmula", si se me permite, el oficio te da esto de saber pegar donde duele, (el cross a la mandíbula de Arlt), producir un efecto y uno está tentado a seguir un libreto conocido.
    Quizás, el anonimato nos permite ser más libres, jugar por jugar (diría Sabina).
    Beso grande.

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  3. Querido Horacio, muy lúcido tu comentario. El anonimato también, tal vez, hace que nos permitamos ciertas licencias ¿no? no medir la repercusión de los cercanos, por ej. Pero, a esta altura de exposición en redes, tras la publicación, y demás...no podemos serlo completamente. Aún así, aún con todo eso, hay que dar rienda suelta a lo que necesitemos decir. Ese, creo, es el fin principal de todo.

    ¡Gracias por pasar, comparto mucho lo que decís!

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  4. Queremos lo que no tenemos y, cuando tenemos lo que queríamos, anhelamos lo que antes nos pertenecía y dejamos en el camino.
    Somos humanos, nunca estamos conformes.

    Saludos!

    J.

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    1. Nunca, es cierto. Y también sirve de revisión para pensar, justo antes del movimiento...¿no?
      ¡Saludos! Y gracias por pasarte por aquí, J.

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  5. para alguien -real o imaginario- siempre escribimos supongo.

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    1. Siempre. Sin dudas. Y a veces también mezclamos los elementos de uno y otro lado. Es, casi, imprescindible.
      ¡Gracias por pasar y bienvenida!
      :)

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