La ilustración es de Ikenaga Yasunariy, un artista japonés nacido en 1965. Investigando sobre él encuentro una nota del portal Cool Japan
donde le preguntan: ¿Cuál es la peculiaridad en la belleza de las
mujeres japonesas?, la respuesta es hermosa y la ilustración me tiene
enamorada:
"YI: Ahora tengo cincuenta años. Ya no me atrevo a
acercarme a las mujeres a ciegas ni de manera irresponsable. Las mujeres
son como una fuente, hacen surgir el agua con tranquilidad en el fondo de
la espesura. Al adentrarme en esta maleza y mirar en la fuente, veo
reflejada mi figura, un pintor miserable en el comienzo de la vejez. Si
toco su superficie con un dedo, las ondas que produce el agua en
círculos concéntricos hacen mi figura miserable todavía más fea. Sin
embargo, no puedo evitar besar la superficie del agua y continuar
bebiendo de ella. Las mujeres son como una fuente, una fuente que
contiene crueldad. Los párpados y los labios mojados con abundante
humedad, y el negro pelo negro enredándose en su curvado cuerpo. Su
comportamiento es como si fuera un silencioso y ligero oleaje. Siento
que las mujeres japonesas poseen una hermosura que se puede asemejar a
una fuente"
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