jueves, 12 de agosto de 2010
Idealización del deseo
El problema estaba en la idealización del deseo. En querer verme por momentos como un objeto para luego pasar a ser el amor de la vida de alguien. En llenar de besos cada pulso del cuerpo mientras la serenata de dulces melodías inunda el balcón de mi amado. En mezclar, como siempre y en todo, la biblia con el calefón.
De querer pasar sin segunderos del amor a la pasión y de la carne al corazón. Como si existiera tal cosa y como si hubiera un hombre capaz de seguir mis mandatos.
¿No se puede amar tanto y tener un magnífico sexo? ¿Se escapa de las manos la sensualidad, si los sentimientos traspasan el corazón? No dudo del amor, jamás dudaría de algo tan intenso y puro. Pero dudo del cuerpo, del cuerpo que encierra profundas olas de buenas y malas tormentas.
El problema es la idealización del deseo, de este deseo enorme de fundir, de unificar, de fusionar los cuerpos, los traicioneros cuerpos del deseo. Y todo vuelve entonces a empezar...
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Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Nunca había entendido la gravedad Hasta que algo atrajo tu cuerpo al mío No discuto que haya ocurrido algo especial Aunque si se bien que...
me encanto, sinceramente
ResponderEliminarme pasa todo el tiempo!!
j.-
el inaprehensible deseo, como el inalcanzable cuerpo deseado.
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