sábado, 14 de noviembre de 2009

Nadie


Nadie se muere de amor. Nada es eterno, ni los besos, ni la piel, ni las manos sosteniendo otras manos. Nadie se matará por nosotros ni deshojará cincuenta margaritas en nuestro honor. El encanto instantáneo encandila pero no alimenta. Una reducción del deseo a veces es prudente para no caer en la tentación de "herir" a distancia. Las ocurrencias del cuerpo no se compatibilizan con la verdadera piel.
Ni la foto es perfecta, ni el amor. Ni el padre que elegimos para nuestros hijos, ni la conciencia irresuelta del enamoramiento. Nadie se muere de amor. Nadie se matará por nosotros, ni Romeo ni Julieta.

5 comentarios:

  1. Me gusta esa mezcla de realismo, ilusión y resignación que dejan entrever tus textos y ese determinismo que insinúa un poco la incertidumbre que ronda en tu cabeza. Lo mío es tan solo una ocurrencia que no se si se compatibiliza con la verdadera Angie…

    ResponderEliminar
  2. Gracias Argentinito.
    Alberto, gracias por tu mirada. Si, acertaste muchisimo en la verdadera Angie. Supiste leerme, entenderme, un gran mérito por que es difícil lograr eso en un lector. Gracias por leerme, comentar en los textos que lees y darme ganas de seguir continuando.

    ResponderEliminar
  3. gorda....quiero q sepas q es la prrimera vez q entro....prometo hacerlo mas seguido!!! me gusto lo q encontre por aqui ejejej.........por otra parte para seguir un poco el tema....y entndiendo igual el escrito....yo moriria por amor.....y por una amiga como vos....son cosas q nunca digo.....pero estoy en una epoca de cambios jejej....te quiero

    ResponderEliminar
  4. Gorda, gracias por escribir, que linda sorpresa!!
    Y muy lindo lo que decís, no lo esperaba. Yo también te quiero, y mucho!
    Tenemos que arreglar para vernos. Un beso grande!!
    Y como escribrí en otro texto: hay cosas que cambian para no cambar jamás. =) Beso

    ResponderEliminar

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...