martes, 3 de noviembre de 2009

A la izquierda


Duele y más duele no poder creer en otra cosa.
El silencio estaba pronunciado y las palabras rotas se fueron con el adiós.
Los dos quisimos morirnos de este modo. Y aún recuerdo tu voz diciendo que jamás iba a terminar así.
Creía en mis tonterías, para hacer tu risa estallar. Como dice una canción que ya no escucho.
Dejaste partido el sueño del futuro, dejaste todo sabiendo que no volveríamos más.
No puedo evitar pensar y preguntarme ¿cómo llegamos a esto?, ¿cuándo estuvimos tan cerca y te creí tan lejos de este final?, ¿qué pulsión nos enfrentó a la distancia?.
Pero, veo, se evaden las verdades con los silencios y se chocan los ánimos con tus mensajes al viento.
Una vez más, un lunes más de ese lunes.
Ahí estarás, con mi sombra transparente a tu izquierda, conteniéndose para no llorar.

4 comentarios:

  1. Siempre se esta a tiempo de todo, es cuestion de tener bien puestos los pies sobre el suelo.
    Nunca sueltes ese sueño que alguna vez soñaste.
    La cura de un amor, solo la puede remediar 2 simples palabras.
    Todo lo demas, no existe.
    X
    ;)

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  2. Me encantó esa imagen de la sombra transperente, conteniéndose para no llorar... Como en el libro de Soriano: Una sombra ya pronto serás.

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  3. X, los pies están bien puestos, pero la mente a veces colapsa, querramos o no. Hoy hay más optimismo, a veces son sólo momentos, sobre todo por las noches. Gracias por tu comentario.

    Alberto, gracias, me alegra que te gustara, es impactante...sobre todo proque tiene un sentido un poco más profundo esto de la "izquieda". Besos

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  4. X, la remedian dos palabras, si esas palabras existen y son correspondidas. Sino, no. Y eso si existe.

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