El nublado de hoy no es casualidad, la suma de todos los miedos terminó de hacer llorar el cielo. Una vez más, hoy, se terminó.
El sinfin de esta historia, finaliza en este diluvio eterno.
No más lágrimas en el cielo de mañana, la felicidad, para ambos: llegará.
martes, 17 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...

-
Las ganas y el cuerpo se movilizaban. Las sábanas envolvían fragmentos de piel desnuda, que no llegaban a ser contemplados por las manos. Lo...
-
Foto: Alex Ivashenko * Has sido mi amor desde que cruzamos el fuego, desde que tu boca atravesó mis labios, desde que mi lengua s...
Sencillamente esperanzador, aunque el optimismo suele a veces pecar de ingenuo...
ResponderEliminarojala ya no recibas mas reclamos por tus desiciones, hiciste lo que pudiste y mucho mas tambien. Se feliz, sos feliz, queda mucho y mereces que te cuiden.
ResponderEliminarBesos, Andres