
Días sin tinta. Días que cuestan hasta las comas, días que prefiero estar en el mar o en cualquier lado y suspender mi mente hasta nuevo aviso. Aún en esos días hay una luz quieta haciendo ruido, y a ella acudo sólo para endulzarme
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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