Soy del tiempo y no soy de nadie.
Soy dama muda en la noche blanca.
Soy esperma hueco que cae súbito ante los ojos ajenos del cielo.
Soy lágrima en el ojo quieto, cortina de humo de cualquier campo, menos del que quiero.
Soy esperanza inherente al espacio y la última caricia de la noche.
Soy lágrima en el ojo quieto, cortina de humo de cualquier campo, menos del que quiero.
Soy esperanza inherente al espacio y la última caricia de la noche.
Soy el susurro y el suspiro inmóvil, de este cielo eclipsado de estrellas y con ellas me voy, al camino etéreo.
Dedicado a mi amada Alejandra Pizarnik.
como siempre es muy lindo lo que escribis,a mi tambien me fascina Alejandra,es genial.
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