
Se supone que no debo. Se supone que no.
Que la calma que pide el cuerpo llega con el sudor del sol.
Que tengo que dejar de ver únicamente que los deseos más íntimos de estar bien se convierten en espinas que queman las manos.
Nada aclara. Nada.
Y parece una mentira, toda la verdad que veo.
Que el cariño es sólo pasajero, que como dicen algunos "todo es un momento".
Esperando que aclare, temiendo del después.
Queriéndome desprender de todas las sogas que me ahogaron.
Levitando en este mar, allí estoy.
me encanta tu forma de escribir, creo que cada vez estas haciendolo mejor y eso se nota.
ResponderEliminarhay uina importante impronta ética y moral en cada texto, la narracion acompaña mucho el corazon y eso tambien se esta notando
te felicito
saludos
joaquín