lunes, 7 de septiembre de 2009

Sombras


Una de las noches que lo soñé, lo vi sin forma, como una sobra que fingía destellos de amor. Entre las nubes y el humo se movía lentamente hacia mí. Su mirada sin ojos me recorría el alma. Susurraba en mi cuello y acariciaba mi pelo con sus movimientos. Se aproximaba suave, rozándome, hasta desaparecer.
Dos noches después, la imagen se repitió en la calle. Cerca de un banco en la plaza donde estaba leyendo fragmentos de la vieja rayuela de Julio Cortázar. Susurró nuevamente y desapareció otra vez.
Muchas noches alejan su figura y la acercan entre el recuerdo y la realidad. Quisiera saber y me pregunto cada tanto, ¿a quién estoy viendo realmente?, ¿En qué espíritu debo creer? ¿Qué dice la sombra a mis espaldas?.
Preguntas infinitas que algún día se resolverán

La imagen es una obra de Salvador Dalí llamada "The Ghost of Vermeer of Delft Which Can Be Used As a Table" o "La sombra de Vermeer que puede ser usada como mesa". 1934.

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