No puedo acusarte, no puedo llenarme la boca de los portazos. No puedo frenarme en tus silencios. Ni puedo- mucho menos- hacerle caso a tus palabras. No puedo visitarte tanto como deseo. No puedo decirte que me esperes en el viejo bar de siempre.
No puedo tenerte por el simple hecho de no querer romper nuestro mundo, otra vez. No puedo prometerte casamiento ni aceptar que sos mi ángel espía. No puedo detenerme en tus pausas ni tomar por cierta cada una de tus dulces mentiras.
No puedo por vos ni por mí, y no puedo poder lo que puedo.
El "no puedo" denota una imposibilidad, tal vez física, geográfica o simplemente emocional, que como toda imposibilidad se puede superar y ello constituye en si mismo gran parte del sentido que tiene nuestra vida. "El no debo" sería más complicado, porque tendría que ver con lo moral, con las imposiciones que nos hace la sociedad para limitarnos, para achicarnos, para impedirnos ser y es eso lo que realmente nos jode, debe ser por eso que a mí me resultan alentadores los "no puedo".
ResponderEliminarA mí también, años después te respondo... pero a mí también...deberían haber menos de los que uno quisiera, tal vez, pero siguen siendo mejores que los ''debo''
Eliminarabrazo.