Quise bajar a los infiernos para no decir más tu nombre,
no repetirlo,
ni si quiera por fuerza de pronunciamiento.
El último infierno fue tu último beso.
Bajé a los infiernos y descendí hasta tus últimos pasos,
todavía duelen las huellas,
pero ya no estás ahí, lamiéndome.
Intenté pero su nombre se me sigue escapando cada tanto.
ResponderEliminarBesitos!
A mí también, ya ves que hasta sigo escribiéndo(lo). Pero escribir también es exorcizar los demonios.
EliminarBesos enormes, gracias por pasar.
Aguante, Angie, no se asciende si no es desde muy abajo, no se borra un recuerdo si no hacés como el mar sobre la roca imperceptiblemente yendo una y otra vez hasta desgastarlo...
ResponderEliminarAbrazo grande.
¡Totalmente! Pero luego de hacer ciertas inmersiones, mejor dejar de indagarlo...veremos. Siempre sirve ascender y descender, siempre.
EliminarAbrazos enormes, y gracias siempre por pasar.