viernes, 16 de agosto de 2013

En libertad


Los primeros mates del día, con la primera ansiedad. Afuera hay smog, viento y un hermoso día de sol de invierno. Miro a los pájaros  rabiosos que van de un lado a otro, a toda prisa. Los miro y pienso que van con rumbo incierto, pero ellos saben a dónde van. Su vuelo tiene verdadera firmeza. Los pájaros no se arrepienten, no discuten, no piden perdón ni cometen errores, porque en la libertad de sus alas está su corazón y un corazón sincero –si es realmente sincero– nunca se equivoca.  

2 comentarios:

  1. los pajaros no tienen que pedirle disculpas a la ropa que visten por no darles el rostro que les pertenecen. Son del viento y del esfuerzo, nada mas. Si no lo logran de esa manera, no lo logran en absoluto, pertenecen sin mas, a las ruedas de los autos , a las practicas de las patadas de los niños. Si yo fuera pàjaro, no sabria de preguntarme si tengo tiempo de ser pasado.

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