Los
primeros mates del día, con la primera ansiedad. Afuera hay smog, viento y un
hermoso día de sol de invierno. Miro a los pájaros rabiosos que van de un lado a otro, a toda
prisa. Los miro y pienso que van con rumbo incierto, pero ellos saben a dónde
van. Su vuelo tiene verdadera firmeza. Los pájaros no se arrepienten, no discuten,
no piden perdón ni cometen errores, porque en la libertad de sus alas está su
corazón y un corazón sincero –si es realmente sincero– nunca se equivoca.
viernes, 16 de agosto de 2013
viernes, 9 de agosto de 2013
Escribo para no ser escrito
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...

-
Con tinta china escribí tu nombre en un banco de plaza. Era una tarde fría de invierno berlinés y, sin temor a reprimendas, tallé tu...
-
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...