viernes, 3 de diciembre de 2010
Reir para brillar
Fueron suyos los ojos del infierno y no capté un atardecer más ensordecedor.
Su lengua temblaba por mi cuello y hubo un momento de distracción inevitable.
Sus manos envolvían mis pechos, la dulce sombra en la pared de la desesperación.
Nos mordimos el olvido, nos cruzamos nadando cada mar
aceptamos las heridas como propias y desnudos comenzamos a brillar.
Un rato después, estabamos revelandonos enteros, sabiendo que las asimetrías se atraían por su dolor.
No hubo huella desteñida, no hubo llanto ni fatalidad.
Sus dos dulces ojos, curaron mis heridas y supimos reír hasta poder brillar.
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Corazón blindado
Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo, con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...
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Nunca había entendido la gravedad Hasta que algo atrajo tu cuerpo al mío No discuto que haya ocurrido algo especial Aunque si se bien que...
muy seductor el texto
ResponderEliminarne gusto mucho
gracias por subirlo
espero mas
saludos
jaime
Muy cerca de Patricio, ese Rey poeta que nos supo mostrar el mundo tal cual atravesado por el amor.
ResponderEliminarGran poeta sos.