
Enamorarse hasta que arda. Hasta que te quedes por siempre.
Hasta que los huesos pronuncien tu nombre
y las orquídeas nos deslumbren cada mañana.
Enamorarse hasta que sea real. Hasta que te quedes por siempre.
Hasta que la piel se cruze en cada centímetro del cuerpo
y las caricias no sean olvidadas en el tiempo.
Enamorarse hasta amar. Hasta que te quedes por siempre.
Hasta que no nos rindamos y juntos podamos acompañarnos.
Y las rosas huelan siempre a rosas fieles y sinceras.
Hasta que, todo eso. Suceda, estoy aquí.
cuanta frescura y belleza hay en este texto, sumamente poetico
ResponderEliminarme gusto mucho
besos
j.-