lunes, 17 de mayo de 2010

Luz eterna

Me había obnubilado con su cuerpo, incluso asumí mi excitación un segundo después del primer beso.
El desfile de neuronas circuló por mi cuerpo hasta hacer incontenible cualquier argumento razonable. Ya no podía pensar más, estaba atada simplemente a la inersia de las msnos.
Un beso en el cuello luego de un cigarro y me dijo "sos increíble nenita". Sonreí como si fuera la primera vez entre tímida y sonrojada. Un espasmo giró en mis labios, la llama de la luz fué eterna.

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